top of page
Buscar
Foto del escritorNatalia Carretier

Escrito para Fundación Kabbalah www.kabbalistas.cl


Para cualquier persona que recién comienza a familiarizarse con la Kabbalah y más aún si no es conocedora del Hebreo y las costumbres judías, es realmente un misterio esto de escanear el Zóhar.

Primero, se debe aprender que se lee de derecha a izquierda, algo totalmente nuevo por lo menos en esta parte del planeta. Después, te enfrentas a letras que son ilegibles para quien sólo conoce el alfabeto español y es más sorprendente cuando te enseñan que ni siquiera importa si entiendes las letras o no, que sólo importa que las veas que las toques para ya conectar con su tremendo poder y energía.

¿Parece algo muy mágico? Pues sí, lo es. Pero, es mucho más profundo de lo que creemos. Si te interesa dar un salto en este hermoso mundo que nos presenta el Zóhar y todas las oportunidades que nos abre, te invito a ver este video del Rab Shimon Sarfati. Es impresionante como en 1:11 minutos te muestra claramente la inmensidad del Zóhar.





4 visualizaciones0 comentarios
Foto del escritorNatalia Carretier

Escrito para Fundación Kabbalah www.kabbalistas.cl


Blanco y negro. Bueno y malo. Alto y bajo. Feliz y triste. Así podríamos seguir adelante con centenas de palabras que tienen una contraparte. Nacemos en dualidad, creyendo ser antagonistas de otros, buscando destacar y relucir, buscando tener la razón, hacer justicia, ser la víctima o el victimario preparándonos para defendernos de delincuentes y ellos armándose para amenazarnos. Obviamente, este escenario es digno de una guerra, pero la dificultad no es ganarla; sino entender que dicha guerra NO existe.

No es que estemos locos, o que todo dé lo mismo. Efectivamente, tenemos un trabajo desafiante (corregir tikkún) en un contexto caótico y lleno de obstáculos (nuestra dimensión/planeta/malchut). Por lo tanto, decir que lo anterior es un escenario lleno de paz y armonía es claramente una descripción muy imprecisa de lo que fácilmente podemos definir como “lucha” o “guerra”.

A medida que avanzamos en el estudio y aplicación de la kabbalah en nuestras vidas, vamos nutriendo la certeza de que nuestra alma es perfecta, luminosa, sutil, y liviana, pero que su expresión se empaña por los límites que nos coloca el ego y el cuerpo físico. Cuando nos sentimos sobre pasados por la carga de los problemas que tenemos, decaemos sintiéndonos pesados y sin energía. Es ahí cuando (idealmente) buscamos ayuda. Deseamos profundamente que un doctor, psicólogo, o terapeuta, etc. nos sane y nos permita volver a “ver la luz”, hasta que un día entendemos que es uno quien debe propiciarse el bienestar de la mano de Hashem.

En ese trabajo uno se pregunta: ¿Cuál es mi camino espiritual? ¿Cómo puedo ser mejor persona? ¿Cómo puedo salir de esta realidad y ser más feliz? ¿Cómo puedo limpiar mi alma?

Esta última pregunta nos lleva de vuelta al conflicto de los antónimos. ¿Es posible limpiar mi alma? ¿Acaso alguna vez se ensució? ¿se puede realmente usar el set de palabras limpio/sucio con el alma del ser humano?

Nuestro Maestro Fundador Rab. Daniel Abaud es claro: “El alma es perfecta”. Así de simple. Ella no se siente triste, no se siente frustrada, traicionada, engañada, poca cosa y, por supuesto, sucia. Por lo tanto, cada vez que pensemos en limpiar nuestra alma, tengamos en cuenta que no hay que hacerlo. El objetivo es simplemente recordar que nuestra alma SIEMPRE está limpia. Lo que debemos limpiar entonces son nuestros pensamientos, que nos llevan a creer que nuestra alma algo necesita, siendo que ella no conoce el concepto de “carencia”.

Amigas y amigos, el alma tampoco conoce el término “guerra”. No es necesario que estemos a la defensiva o, peor, a la ofensiva. No hay nada que se pueda contraponer a nuestra esencia divina, excepto el hecho de que creamos que así es.

Los invito a meditar en el nombre de Di-s 72: Limpieza espiritual. Este nombre nos ayuda a recordar el origen de nosotros mismos y develar la verdad, o sea, la Luz, que siempre es la misma.


Con cariño

Maestra Guía Natalia Carretier.


0 visualizaciones0 comentarios

Si estás recién comenzando en tu indagación espiritual, o bien estás comenzando tu camino kabbalista, te encontrarás inevitablemente con el concepto de EMUNAH, que es bastante complejo. Ahora bien, si tu fin es presentarle a tus hijos la espiritualidad y prepararlos desde ya para una vida de la mano de Hashem, la complejidad se acrecienta. Bueno, ¡tranquilidad! Este artículo te puede servir. Es muy difícil encontrar a alguien que no haya visto alguna película de Disney. Incluso aquellos “mayorcitos” estamos de acuerdo en que, de alguna u otra manera, las princesas y las ganas de conocer a Mickey Mouse y el típico castillo de Disney marcaron nuestra infancia. Si bien es cierto hay diferentes maneras de apreciar el trabajo de esta marca de películas, el fin no es analizarlas o enjuiciarlas, para nada. Lo que sí es importante, especialmente para un kabbalista, es saber recoger y reconocer mensajes espirituales en cosas que parecen todo lo contrario. De esta manera, quiero llegar a “El Rey León”. La famosa película en donde el cachorro león de los reyes de la selva, Simba, se va de su manada tras la muerte de su padre al tratar de defenderlo. Ahí, dentro de toda su tristeza y desamparo, Simba conoce a Timón y Pumba, una suricata y jabalí respectivamente que basan su vida y amistad en un término conocido como “Hakuna Matata”. Ellos le explican a Simba el significado


de este concepto por medio de una canción, cuya letra dice:




Timón: Hakuna matata, una forma de ser Pumba: Hakuna matata, nada que temer Timón: Sin preocuparse es como hay que vivir Ambos: A vivir así yo aquí aprendí Timón: Hakuna matata


Si ponemos atención al trasfondo, lo que los personajes sugieren es vivir en felicidad, sin temor (por lo tanto, con certeza) y que el vivir en la selva (malchut) los llevó a aprender este estilo de vida. Posteriormente, el jabalí cuenta su historia triste, sin amigos, constantemente juzgado por sus defectos, hasta que conoce esta manera de vivir. Por supuesto que en términos muy simples y hasta divertidos, colocan sobre la mesa la idea de vivir con alegría, sin conectar con cosas dañinas y con valentía. Ambos personajes proponen la simpleza de aprovechar lo que ofrece la naturaleza como algo suficiente para sentirse tranquilo y agradecido. Y sí, es cierto que no hacen alusión directa al Creador, pero la Emunah nos lleva a la acción con fe. Lo anterior es porque vivir concretamente la espiritualidad nos lleva a pensar que, sin desmerecer las creencias, finalmente es lo que uno dice y hace lo que debe manifestarse en coherencia con la certeza en Hashem.

Esta canción es una idea de lo mucho que podemos tomar de nuestro entorno para mostrarle a nuestros niños la espiritualidad de una manera alcanzable a su desarrollo, el cual en este momento es más concreto y centrados en sí mismos. Acoger al otro en sus etapas de madurez es una manera de dejar el juicio atrás y, generosamente como padres o tutores, servir de un canal divino para conducir a los más chiquititos a los brazos del Padre.


Con mucho cariño,


Maestra guía Natalia Carretier.

Aquí puedes ver y escuchar la canción.


5 visualizaciones0 comentarios
bottom of page